Viaje al futuro

Imaginad por un momento que pudiesemos viajar en el futuro treinta años hacia adelante, al 2050. ¿Creéis que habrá coches voladores? ¿O que seremos capaces de entender el lenguaje de los gatos? El futuro es algo imposible de predecir, pero vamos a tratar de adivinar qué sucederá con la educación en el 2050.

En mi opinión, la educación del futuro estará caracterizada por dos elementos clave:

• Los avances en las tecnologías de la información. Hace treinta años, no creo que nadie se imaginase que un mismo profesor fuera capaz de dar clase a distintos alumnos que se encontrasen cada uno a kilómetros de distancia en sus casas. Y sin embargo, hoy en día muchos cursos se imparten en modalidad online a los alumnos. Las tecnologías de la comunicación en Internet son una herramienta con muchísimo potencial que explotar en los próximos años, y estoy seguro de que en el futuro se conseguirán aprovechar todas las oportunidades que nos pueden brindar. No digo que toda la educación se vaya a volver online, pero creo que la red definitivamente nos será un recurso muy útil en las aulas.
• La educación en habilidades personales. De la mano de los avances tecnológicos, se nos han ido proporcionando herramientas que nos facilitan todas las tareas que hemos ido aprendiendo en la educación. Cualquier dato que tuvieramos que memorizar ahora se puede consultar en el teléfono, del mismo modo que cualquier cuenta nos la puede resolver la calculadora del mismo o cualquier texto nos lo puede traducir un traductor online (aunque aún así me parece fundamental que las personas sepamos hacerlo por nosotras mismas). Aún así, hay algo en lo que la tecnología no creo que nos vaya a poder reemplazar, y es en la enseñanza de otro tipo de habilidades personales como la creatividad, el pensamiento crítico o la resolución de problemas, entre otros. Estas han ido adquiriendo mayor importancia en los últimos años, tanto dentro como fuera de las aulas, y considero que esta tendencia seguirá siendo creciente.