Despedida (por ahora)

Esta va a ser la última entrada del blog, al menos por un tiempo. Escribirlo me ha hecho reflexionar sobre temas que me serán de gran ayuda en la carrera docente, pero por ahora lo voy a dejar pausado. Aún así dejo la puerta abierta a retomarlo en un futuro.

Voy a terminar el blog como lo empecé, hablando un poco más sobre mí, aunque esta vez daré tres datos algo diferentes.

En primer lugar, a petición de una de mis lectoras voy a decir que mi sabor de helado favorito es el de café. El propio café ni siquiera me gusta tanto, pero su helado me parece el mejor indiscutiblemente.

Como matemático, mi teorema favorito es el teorema del mono infinito. El enunciado formal del teorema se enmarca en el ámbito de la teoría de la probabilidad, pero tiene una versión mucho más divertida: afirma que un mono pulsando teclas al azar sobre un teclado durante un periodo de tiempo infinito casi seguramente podrá escribir cualquier texto dado, por ejemplo el Quijote entero. Aunque en la teoría funciona, en 2003 intentaron probarlo de manera experimental dejando un teclado de ordenador en la jaula de seis macacos durante un mes y los monos no hicieron más que producir cinco páginas consistentes en una larga serie de la letra S, además de atacar el teclado con una piedra, orinar y defecar sobre él.

Por último, aunque he vivido casi siempre en Valladolid, estuve un año de Erasmus en Padova, Italia, y allí además de pasar uno de los mejores años de mi vida encontré en la pared de una residencia de estudiantes una de mis curiosidades matemáticas favoritas: esta fórmula para calcular el número pi como suma infinita o serie.

La verdad es que no la he intentado demostrar por mí mismo (ni sé quién tuvo tanto tiempo libre para hacerlo), pero la comprobé con el programa Wolfram Alpha y, a priori, parece que es verídica.

Y bueno, eso es todo por ahora. Espero que os haya resultado interesante lo que he escrito en el blog y si queréis decirme lo que sea, tenéis los comentarios. ¡Nos vemos!