El estado de la educación en España

Según las conclusiones del Informe sobre el Panorama de la Educación elaborado por el Gobierno, la educación en España parece que va en buena dirección: el porcentaje de población adulta con estudios inferiores a la segunda etapa de educación secundaria se ha reducido en 9,5 puntos porcentuales, pasando del 45,3 % en 2012 al 35,8 % en 2022, y el gasto público en educación como porcentaje del PIB ha aumentado en España desde un 3,9 % en 2005 hasta un 5,0 % en 2020.

Sin embargo, aunque estos indicadores nos dan una visión optimista del futuro de la educación en nuestro país lo cierto es que todavía nos encontramos debajo de la media de la OCDE o la UE25 en bastantes aspectos, por lo que aún nos queda mucho que mejorar. Si bien es cierto que España sufrió mucho por la crisis de 2008 y tenemos menor poder económico que varios de estos países, tenemos que seguir recomponiéndonos y peleando por la mejor educación posible.

Otro gran reto al que se enfrenta la educación española es la disparidad en la calidad de la educación entre distintas regiones. Los datos reflejan grandes diferencias en la educación en comunidades más ricas como el País Vasco o Madrid y otras más pobres como las ciudades autónomas o Andalucía, y además al ser descentralizado el sistema educativo español existen diferencias en los estándares y enfoques educativos (aunque esto no necesariamente se tiene que ver como algo negativo, ya que permite adaptaciones a las necesidades locales como la existencia de varias lenguas oficiales).

En mi opinión, la educación española afronta dos grandes problemas: el primero es el que acabamos de comentar sobre la desigualdad regional, y el segundo ser capaz de modernizarse ante las nuevas necesidades que van surgiendo en un mundo globalizado y con avances tecnológicos nunca vistos hasta ahora. Aún así, yo comparto un enfoque optimista por la tendencia a la alza de los datos y considero que vamos por un buen camino hacia una mejor educación. Esperemos que el tiempo me dé la razón.